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El acné: te cuento qué es, cómo prevenirlo y cómo tratarlo

¿Qué es el Acné? ¿por qué aparece? ¿cómo prevenirlo y cuidarlo? Son muchas de las preguntas que me hacen cada día personas que padecen acné y no saben cómo pueden combatirlo. Quiero dar respuesta a cada una de ellas para mostraros que aunque lo sufras, puedes tener la piel del rostro cuidada tratándola de la forma adecuada. 

¿Qué es el acné?

El acné es una alteración de la piel que ocurre cuando nuestro organismo no es capaz de eliminar residuo a través de ella.

¿Por qué aparece?

Las causas son innumerables, pero se pueden hacer varias cosas para mejorar y prevenir el acné.

¿Cómo prevenirlo y cuidarlo? 

Lo primero es comprender que necesitamos purificar nuestro organismo a través de la alimentación para evitar en la medida de lo posible generar impurezas.

Lo segundo es visualizar una piel acnéica como un tipo de piel más gruesa que el resto. Por este motivo, cuando la piel es tan gruesa, las impurezas no pueden romper y se quedan bloqueadas en las capas superficiales generando pequeños quistes y bultos, así que es aconsejable ayudarla a través de exfoliantes naturales que eliminan células muertas y rompen las primeras capas de la piel con el fin de poder eliminar estas impurezas lo más rápidamente posible.

En tercer lugar, es necesario utilizar productos que puedan atravesar la piel y enviar información positiva a través de ella. Algunos aceites orgánicos están diseñados para equilibrar y reducir el acné enviando información a nuestras células para que no produzcan tanto sebo.

Es un proceso lento y pesado que no siempre tiene solución y que necesita constancia y determinación, pero hay una gran diferencia entre una piel acnéica cuidada y una que no lo está.

Algunas recomendaciones y rutinas básicas para este tipo de pieles son las siguientes:

  • Limpieza exhaustiva, tanto por la mañana como por la noche. este tipo de pieles disfrutan de limpieza constante, con texturas jabonosas y ligeramente exfoliantes o con aceites muy ligeros que después eliminan con agua y muselinas de algodón. Lo que se conoce como “doble limpieza”.
  • Tónicos purificantes, imprescindibles para proteger el manto hidrolipidico de la piel y proporcionar calma y frescor.
  • Hidratación ligera en forma de cremas muy fluidas de fácil absorción.
  • Aceites sí. Tres o cuatro gotitas seguidas de un buen masaje son una bendición, especialmente por las noches y antes de la hidratante.
  • Mascarillas purificantes: un remedio fantástico para mantener la piel limpia de impurezas. Os dejo link a esta aplicación de arcilla blanca, y en el caso de pieles acnéicas, la arcilla verde también funciona fenomenal. 
  • Exfoliantes: dos veces a la semana después de la limpiadora son muy efectivos y ayudan a mantener la luminosidad de la piel.
  • Acudir a nuestra esteticista o dermatóloga de confianza al menos una vez al mes para mantener un control. Este tipo de pieles necesitan siempre el apoyo de un profesional detrás para asegurar un equilibrio de manera más o menos constante.
  • Por último, los productos cosméticos mal elegidos pueden dar resultados no deseados. Déjate guiar por tu médico, esteticista o persona de confianza para elegir los mejores productos en tu caso particular. Si quieres una sesión de asesoramiento sobre tu piel, pincha aquí. 

 

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