Muchas de vosotras venís a mi salón con la duda eterna de cómo mejorar la estructura de un cabello fino, quebradizo y debilitado sin apelmazarlo ni sentirlo muy pesado o que se ensucie demasiado. El uso constante de acondicionadores os deja esa sensación en el cabello y sentís que por un lado mejora el tacto, sin embargo pierde volumen, tersura y movimiento.
Hoy os traigo un ejemplo ilustrativo que por supuesto saco de mi escuela principal, la naturaleza:
Imaginaos una brizna de hierba seca, de color amarillo, imaginad tocando su tallo seco, áspero y delgado, sin nutrientes en su interior y pensad en doblarlo completamente en dos. Acabáis de partirlo, ¿verdad?
Ahora imaginad lo contrario; una brizna de hierba verde, brillante, nutrida, llena de vida. Tocarla, sentid su humedad y frescor al tacto, sentid su grosor comparado con la brizna anterior. Y ahora doblarla completamente. ¡Es flexible!
Vuestro cabello se compone de dos partes, igual que esas briznas, tiene una raíz que es de donde sale el alimento y los nutrientes y tiene un tallo que los recibe. Cuando el nivel de nutrientes es bajo o cuando el tallo se ve sometido a tratamientos que debilitan su estructura, pueden pasar varias cosas: si no tratamos el tallo, tendremos justamente el resultado de la primera brizna, un tallo desnutrido y seco con muchas probabilidades de romperse, con falta de brillo y de flexibilidad.
Podemos “barnizar” o “maquillar” por unas horas el tallo superficialmente, pero sólo conseguiremos un efecto que no durará demasiado, y bien es cierto que algunos productos, como acondicionadores pueden apelmazar incluso más la apariencia de estos cabellos. Esto se debe a que actúan en la superficie del cabello, no penetran y no se mantienen, por lo que ese cabello seco y delgado, tiene que soportar su propio peso más el peso del producto que lleva en su superficie.
¿Cómo podemos hacer para transformar la brizna seca en la segunda brizna? Primero comprendiendo que lo que hace que un tallo capilar se mantenga sano, flexible y fuerte, son los nutrientes que lo componen interiormente y estos nutrientes debemos aprender a utilizarlos de la manera correcta.
En mi opinión, no hay nada que mejore más la calidad de un cabello fino y quebradizo que el uso de nutrición en forma de aceites vegetales. Los aceites tienen la cualidad de penetrar la cutícula del cabello y aportar nutrición directamente a las partes más dañadas del tallo, por lo que el miedo que muchas tenéis a perder volumen y movimiento en el cabello, debéis comprender la diferencia. Los aceites “engordan” el tallo capilar aportando nutrientes que el propio cabello reconoce y absorbe haciendo que cada vez se encuentre en mejores condiciones y recuperando de manera gradual la flexibilidad, el movimiento, el brillo y la fuerza perdidos.
Se pueden utilizar los aceites de dos modos diferentes para conseguir este fin:
- Baños de aceite orgánico de primera presión en frío una vez por semana. Os dejo enlace directo a nuestro Anytime Bath Oil aquí.
- Utilizar un par de gotas de aceites evaporados en medios y puntas cada día sobre el cabello seco o húmedo, independientemente de que esté recién lavado o no. Así como utilizamos una hidratante en nuestro rostro a diario y no se nos ocurriría dejar de hacerlo, del mismo modo la hidratación en nuestro tallo capilar ha de ser constante.
Por último, si tienes dudas sobre cómo estás tratando tu cabello en casa y quieres asesoramiento personalizado, pincha aquí.